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Writer's pictureMarcelo Del Pilar

En Barcelona IV


96 EPISTOLARIO DE MARCELO H. DEL PILAR

Ampliando las noticias que sobre esto te anticipé en mi última, te participo que Morayta y Quiroga, cada uno por su lado, fueron a verse con Becerra y entre los tres hubo una larga y viva conferencia sobre Filipinas, en la que ha habido hasta indicaciones de que Quiroga volviera allì a luchar de nuevo y con mayors brìos. Becerra se ofreció a preguntar a Weyley y transmitir la contestación a Quiroga y Morayta; pero como tardaba el silencio de Becerra, el diputado Sr. Musó, a excitación de Quiroga, hizo una pregunta sobre el particular.

El Dìa, El Globo y La Publicidad se hicieron eco de esta novedad consignando haber recibido telegramas de Manila y Londres.

Quiroga nos escribió diciendo que su campaña ha encontrado su natural enemiga, pues el general Pando, instigado por Serafìn Cano, de los frailes, hablará en contra de la lealtad de los Filipinos, anunciando Quiroga que el general Pando encontrará contestación por parte del mismo gobierno.

En efecto, más tarde, habló el general Pando diciendo que allì peligra la vida de los españoles, pues dice que el paìs está insurreccionado y han asesinado ya a dos frailes. A esto, el mismo Sagasta fué quién le contest diciendo que nada justifica los temores del general Pando. Los periódicos dan después la noticia de que el Ministro de Ultramar dió lectura de un telegrama de Weyler, según el cual reina completa tranquilidad en todo el Archipiélago. El general Pando dijo que antes de la fecha del telegrama no estaba tranquilo el paìs, y que Weyler o lo ignora o lo oculta. Interrumpióle Sagasta diciendo que le consta el valor y amor a la patria del general Weyler.

Hasta aquì las últimas impresiones.



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Sirva esta carta para todos; tas vez no pueda escribir a Pedro. Tu hermano,

MARCELO H. DEL PILAR.

P.D.—Vino Morayta anoche.

VALE.

____________

51. De Rizal a Graciano Lopez Jaena y Compañeros

Hay que elogiar solo brevemente a los verdaderos amigos, sin llamarlos amigos; a los paisanos que se pegan a los frailes, hay que darles bombo, llamarlos amigos y pintarlos como antifrailes

Parìs, antes del 18 de Abril de 1889

AMIGOS: Allì va el artìculo; he pedido a Londres la obra de Escosura y no me han contestado; aquì en Parìs no la hay, la he buscado en la Biblioteca y en la casa de los amigos, pero no la tienen. Asì que no puedo copiar párrafos; pediré un ejemplar a Madrid. Es una lástima, pero qué vamos a hacer, el periódico no puede llegar tarde. Las citas serán para el número siguiente.

Recibì las cartas de P. Doré, pero las retengo por un dìa, pues quiero escribir mi artìculo para la Gaceta de Colonia. Tratad siempre de alabar y mencionar en La Solidaridad con elogios breves y más bien delicados a los verdaderos amigos, pero sin llamarles amigos; y a los estúpidos paisanos que se pegan a los frailes hay que darles bombo, llamarles amigos, y pintarles como filibusteros o al menos antifrailes, siempre y cuando tengan cabeza y valgan. Éste es mi parecer.

Vuestro

JOSÉ RIZAL.

Corregidme el artìculo, pues está hecho de prisa, y si algo queries quitar o añadir, hacedlo.

45922——7



98 EPISTOLARIO DE MARCELO H. DEL PILAR

52. De Rizal a Mariano Ponce y Compañeros de

“La Solidaridad”

El estilo de La Solidaridad; justo, sobrio y claro.—“Sin 1872 no habria ahora ni Pláridel, ni Jaena, ni Sanciano; sin 1872, Rizal serìa ahora jesuita.”—No hay que turbarse por que algunos cuantos caigan.—La prueba del cauterio y del fuego.—Lo que hace falta es gente que dé ejemplo al pueblo y lo entusiasme como los mártires cristianos.—Nadie sabe cómo se ha de portar en el trance de la muerte; es tan repugnante morir ahorcado joven y con ideas en la cabeza.—“El dìa que me veáis en las garras de los frailes, procured poner otro en mi sition que me vengue”


18 Rue de Rochechouart,

Parìs, 18 de Abril de 1889


MINAMAHAL KONG KAIBIGAN:

Tinangap ko ñgaion ang sulat mo sampu ñg Solid. Totoong magaling ang númerong ito, at pagaling ñg pagaling. [Recibì hoy tu carta, juntamente con la Solid. Es muy bueno este número y el periodic va mejorando.] A Graciano:

Me allegro de que no haya salido el artìculo mìo contra La Defensa: en el siguiente podéis publicarlo reformado, añadiendo o quitando lo que queráis juntamente con los datos recogidos de Escosura que envié a Pláridel. El estilo del periodic es tal como aquì lo queremos: justo, sobrio, claro y al fondo y de fondo. Felicitamos a todos.

Envié (a Maning) un manuscrito para que allì se imprima. Yo quiero corregir las pruebas. Gastos de correo, envoi etc. pónlos a mi nombre, y pásame la cuenta para que yo te pueda enviar dinero si acaso faltase.

Con respecto a las prisiones, ahora solo por el periodic Solidaridad averiguamos el motive por qué están presos. Ahora vamos a hacer gestiones, pues el tener libros antifrailes no es ningún crimen. Por lo demás, todo esto es fatal, y si bien hay que sentirlo como una desgracia privada, hay que aplaudirlo como un bien general. Sin 1872 no habrìa ahora ni Pláridel, ni Jaena, ni Sancianco, ni existirìan las valientes y generosas colonias Filipinas en Europa; sin





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1872, Rizal serìa ahora jesuita y en vez de escribir Noli me tángere, habrìa escrito lo contrario. A la vista de aquellas injusticias y crueldades, niño aún se despertó mi imaginación y juré dedicarme a vengar un dìa a tantas vìctimas, y con esta idea he ido estudiando y esto se puede leer en todos mis trabajos y escritos. Dios me dará occasion algún dìa de llevar a cabo mi promesa. ¡Bien! que cometan abusos, que haya prisiones, destierros, ejecuciones, bien; ¡que se cumpla el Destino! El dìa en que pongan la mano sobre nosotros, el dìa en que martiricen a nuestras inocentes familias por nuestra culpa, ¡adiós, gobierno frailuno, y tal vez, adios, Gobierno español! Las crueldades y egoism de Luiz XIV y XV trajeron la Revolución; las crueldades de la Inquisición mataron al monaquismo. Nosotros demostramos en libros y escritos que los frailes no son lo que pretenden, ni son ministros de Cristo, ni amparo de pueblo, ni sostén del gobierno; esto lo escribimos y lo afirmamos, y los frailes lo prueban con sus hechos. ¿Qué más queremos? ¿no manifiestan crueldad? ¿no instigan al gobierno contra el pueblo? ¿no manifiestan terror? ¿dónde están la santidad, el protectorado y la fuerza?

Ahora bien, no hay que temer ni hay que turbarse por que algunos cuantos caigan. En toda lucha siempre debe haber vìctimas; precisamente las batallas más grandes son las más sangrientas. ¿Que es la prisión? ¿Qué es la muerte? Una enfermedad nos liga a veces al lecho, nos quita la vida. La cuestión es que esta enfermedad y esta muerte no sean después inútiles para los que sobreviven. Dirán algunos: ¡es que estas prisiones y estas muertes aterran e intimidan a los otros! Si el pueblos verdaderamente valiente, pasado el terror, vuelve con más ardor a la lucha y venga a los caìdos, como sucede en la cauterización de una llaga: parece que la parte quemada se ha muerto, pero al dìa siguiente se ve reemplazar a la costar un elemento más sano y Nuevo. Si el pueblo no lo es, si es un pueblo cobarde, un organism cacoquìmico, infectado,



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próximo a la desorganización, es precisamente el fuego lo que más se recomienda. El fuego despierta la vitalidad, irrita las células, hace vibrar el flúido, etc.y solo mauere, si allì no existe vitalidad alguna. ¿Para qué hemos de consagrarnos a trabajar por un pueblo sin alma, sin sentimientos? Suponed que lo libremos ahora de la tiranìa del fraile, bien; mañana caerá bajo la tiranìa de los empleados.

Con estas prisiones y estas vejaciones se endurece la demasiado blanda corteza de nuestros paisanos. Algunos caerán y apostatarán, no importa; otros tal vez se mantengan. Lo que falta ahora es gente que desde las prisiones y destierros manifieste valor y entereza para dar ejemplo al pueblo y lo entusiasme como los antiguos mártires cristianos, como los nihilistas. Sin la dureza del Gobierno ruso, no se habrìan forjado almas del temple de las de los nihilitas. Por esto creo que nosotros hacemos falta allá. Si Burgos al morir hubiese mostrado el valor de Gómez, otros serìan los Filipinos de ahora. Sin embargo, nadie sabe cómo se ha de portar en aquel supremo instante, y tal vez yo mismo que tanto predico y fanfarroneo, manifieste más temor y menos energìa que Burgos en aquel trance. La vida es tan agradable, y es tan repugnante morir ahorcado joven y con ideas en la cabeza . . . . .

Si os parecen estas ideas aceptables, comunicadlas a nuestros paisanos de allá para que muestren más valor, más abnegación, menos miedo a la muerte y a las torturas, a fin de hacernos respetar de nuestros enemigos. Si salen desterrados, major; que a la isla a donde vayan comuniquen sus ideas a los demás, que hagan propaganda. Si salen ahorcados, que supongan que mueren de una enfermedad, la frailitis o frailofobia: nosotros les vengaremos y con su sangre marcaremos a nuetros enemigos. En la prisión no se les comerán los frailes: tienen casa y a lo major comida, y mientes están en ella, que mediten, como Regidor, proyectos de revancha. Las primeras palabras que yo habìa



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dicho a mi familia al llegar a Filipinas, cuando me manifesto su temor, eran de que no diesen el más pequeño paso por mì si me prendìan, ni se interpusiesen ni gastasen nada por mì: que eduquen a mis sobrinos y que éstos me venguen.

Lo mismo digo a mis paisanos. El dìa en que me veáis en las garras de los frailes, no perdáis el tiempo en hacer reclamaciones, ni proferir quejas ni lamentos: es inútil. Procurad poner otro en mi sitio que me vengue y hacedles pagar cara mi desgracia. Si yo viese un hijo mìo en la boca de un tiburón (si yo tuviese hijo), no tratarìa de arrancarlo, pues es inútil y lo que conseguirìa es destrozarlo; matarìa al tiburón si me es possible, y si no, ya le pondrìa asechanzas. Pues bien, suponed que los frailes o son tiburones o solamente dalag. Si lo primero, hay que matarles, si lo segundo, no hay que tenerles miedo. Yo más bien los creo dalag y por esto no tengo miedo de caer en sus manos. Tienen que ser nuy muchos, muy muchos, para que puedan acabar conmigo, y aún asì algunos la pagarìan.

Consolad, pues, y alentad a nuestros paisanos de allá: que sepan que la cárcel no es la muerte, y aún cuando fuese asì, ¿qué es la muerte? ¿no creen en Dios? Supongo que en la otra vida no hay tantos frailes que tartar como en Filipinas y si los hubiera, ya estarìan reformados. Y, además, que ahora no se mata asì al indo.

Repito mis felicitaciones a la Sol:d.

Que refundan mi artìculo y las citaciones de Escosura contra los frailes. Pláridel podrìa hacerme este favor. Haced notar que Escosura se callaba muchas cosas que podrìa haber dicho muy planamente.

Recuerdos a todos. ¿Cómo van la Sol:d y los Sol:s? ¹

Vuestro

RIZAL.


¹ Sol:d se refiere al periodic La Solidaridad; Sol:s, a los socios de la asociación, La Solidaridad. — (Ed.)



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53. A José M. Basa

Obraremos aquì según sus indicaciones.— Medidas tomadas a raiz del telegrama de Basa.— Que el Ministro de Ultramar inquiera del Gobierno de Manila el motive de las nuevas prisiones.— Según Labra, sin datos no se puede interpelar sobre el asunto en el Congreso

Barcelona, 19 Abl. 1889.

Sor. Dn. JOSÉ BASA.

MUY SR. MÍO Y AMIGO: Es en mi poder su grata de 16 de Marzo p.pdo. en la que me hace juiciosas consideraciones relativas a la conducta que debemos observer en servicio de nuestro infortunado paìs. Obraremos según sus indicaciones.

Sobre las nuevas prisiones que nos participó por telégrafo, he aquì el procedimiento adoptado:

Inmediatamente, y sin pérdida de momento, se reunieron la Junta administrative de La Solidaridad, asociación, y la Redacción de La Solidaridad, periodic, y una y otra institución acordaron al instante el envoi de los siguientes despachos: un telegrama al Ministro de Ultramar trasladándole el de ésa; una carta al mismo, detallando la situación del paìs y nuestra aspiración, solicitando se informase del Gobierno general de Filipinas sobre el motive de las nuevas prisiones y evitase atropellos; una carta al Sr. Labra rogándole hiciera una pregunta en el Congreso; otra carta a Quiroga para que influyese cerca del Ministro; otra a Morayta para que, como Presidente de la Asociación Hispano-Filipina, gestionase algo en el sentido de que se haga justicia a los atropellados.

Por acuerdo de la Junta de La Solidaridad, asociación, se convocó a todos los Filipinos de esta ciudad dirigiendoles la adjunta circular; y entre los que no asistieron ni excusaron su no asistencia, figuran su amigo Roces y Eguarás: un esrudiante llamado Santa Marìa hasta se separó de la asociación.





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Labra contest que sin datos no podia hacer la pregunta, y que para cuando tenga detalles, él estudiará y se resolverá.

J. Llorente, a quien también se escribió, nos envoi carta de Dominador Gómez, según la cual, Morayta se fué a ver con el Ministro y como no lo encontrase dos veces, le dejó una nota enéegica: que habiéndole buscado por tercera vez en el Congreso, se encontró con Quiroga que también andaba a caza del Ministro, y los tres pudieron conferenciar por fin y se telegrafió a Manila.

Quiroga también nos escribió prometiendo trabajar, sin embargo de que hay mucha marejada. En efecto, la prensa de Madrid y Barcelona se ocupa del asunto. El general Pando sostiene en el Congreso que peligra en Filipinas la vida del español; el Ministerio entero le desmiente: está anunciada su interpelación.

Sin más por hoy; nunca falta tiempo para gestiones en pro de nuestro paìs.

B. L. M.

MARCELO H. DEL PILAR.

____________

54. De La Asoc. His-Filip. ª de Madrid, “La Solidaridad,”

la Asociación Filipina de Cataluña y varios peninsulares

al Ministro de Ultramar

Filipinas por su Adelanto ya está al nivel de otras provincias de España.— Leyes modernas implantadas allá en el orden judicial y economic, han sido un éxito.—Ha llegado la hora de que se apliquen allá los derechos fundamentals de los españoles: representación en Cortes, abolición de la censura previa y prohibición de toda deportación de vecinos sin sentencia ejecutoria

EXCMO. SOR. MINISTRO DE ULTRAMAR.

EXCMO. SOR: La Asociación Hispano-Filipina de Madrid, La Solidaridad, la Asociación mutual de Filipinos en Cataluña, La Solidaridad, periodic de Barcelona y varios peninsulares abajo firmantes, con el debido respeto y en




104 EPISTOLARIO DE MARCELO H. DEL PILAR

uso de los derechos garantidos por el artìculo 13 de la Constitución, tienen la honra de poner en manos de V. E. por conducto del president de la primera, la presente exposición.

De algunos años a esta parte, la civilización de Filipinas ha venido desarrollándose, por manera que hoy, ésta ya se encuentra al nivel de las otras provincias de España.

Leyes modernas de gran transcendencia, propias de un pueblo culto, se han implantado allì no hace mucho, asì en el orden judicial como en el economic; y sin embargo de las fatìdicas predicciones con que las acogió el interés reaccionario, su desenvolvimiento pacific viene patentizando la cultura de los pueblos que las aceptaron sin protesta.

Ha llegado, por tanto, la hora de aplicar a aquella region española los derechos fundamentales de que goza todo español en la Penìnsula y otros departamentos ultramarines, cuales son:

1. °La representación en las Cortes,

2. °Abolición de la censura previa y

3. °Prohibición expresa y terminante de la práctica hoy observada, de deportar vecinos por pura medida gubernativa, y sin sentencia ejecutoria del poder judicial.

En su virtud, los exponentes solicitan de la rectitude del Ministerio de Ultramar, se digne disponer lo conveniente, a fin de que sea un hecho la inmediata aplicación en Filipinas de las leyes que garantizan dichos derechos, en la que otorgará especial gracia que, desde luego, ha de constituir una página de Gloria en la Administración ultramarina.

Barcelona, veinticinco de Abril de mil ochocientos achenta y nueve.

EXCMO. SOR

Siguen las firmas.





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55. A Emilio Terrero, ex-gobernador gral.de

Filipinas

Gracias por la benévola acogida a su libro.—Y por las frases de reconocemiento de nuestra lealtad a España.—Que lo prueban la sangre vertida por los Filipinos en combates en defense de la metropolis y la disciplina de la milicia


Exmo. Sr. Dn. EMILIO TERRERO.

MUY SR. MÍO Y DISTINGUIDO GENERAL: Señalada recompense ha sido para mì la benévola acogida que V. E. se ha servido dispensar a mi humilde trabajo, como asì tiene la bondad de comunicarme en su favorecida del 4 del actual.

En nombre de mì paìs y en el mìo propio, me apresuro a hacer constar nuestra más sentida gratitud por el acto de justicia que otorga V. E. a los Filipinos al reconocer como expresamente reconoce, nuestra lealtad y sincera adhesion a la madre patria.

Si no atestiguara tal circunstancia la sangre vertida en diferentes combates por la raza indìgena en defensa del pabellón español, la autorizada palabra de V. E. que, aparte del testimonio de la historia, ha tenido occasion de experimentar personalmente no solo la adhesion disciplinada de la milicia, sino también la que ha demostrado durante el tiempo de su mando el paisanaje, asì en sus pueblos conjurando los peligros del conflict carolino, como en las inclemencias de la deportación gubernativa sosteniendo la bandera española en los campos de Joló, su autorizada palabra, repito, basta y sobra a disipar las nebulosidades en que se ha procurado envolver la reputación cìvica de los hijos de Filipinas.

Para cada aspiración a nuestro progreso, para cada deseo de identificar nuestros intereses con los de la Metrópoli, la intransigencia levanta una atmósfera de prevención condensada en las palabras de filibusterismo y antiespañolismo como si los intereses de España fuesen incompatibles con la felicidad del pueblo Filipino.



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Con esto comprenderá V. E. que al reconocer nuestra lealtad quien tiene los mejores tìtulos para apreciarla con imparcialidad, sus palabras vienen a ser el roció que reanima nuestra fe en la justicia de los hombres.

Gracias, un millón de gracias, mi General. Los gratos recuerdos de V. E. por aquel desventurado paìs, coinciden con la bendición de un pueblo agradecido, y yo recién venido de allá, puedo garantizarle que su nombre tan respetado quedó grabado en el corazón de los Filipinos.

Reiterando el testimonio de la más distinguida consideración, espera sus órdenes su atto. y s. s. q. b. l. m.

MARCELO H. DEL PILAR.

Barcelona, 1.° de Mayo de 1889.

S/c Plaza del Buen Suceso 3-1.

_____________

56. A Doroteo Cortés

Nuestra ayuda a Lallave en su importante gestión. Opuesto a los intereses de los monopolizadores del paìs.— Dispuesto al recìproco servicio.— Error de Rianzares al juzgar con criterio pesimista la circular del Ministro de Ultramar sobre polìtica filipina

Barcelona, 1.° Mayo 1889.


Sor. Don DOROTEO CORTÉS

Manila.

QUERIDO AMIGO Y COMPAÑERO: El Sr. Manrique Lallave y sus compañeros pasan a ésa para la gestión de un asunto, que le explicarán; y conceptuando antagónicos sus intereses con los de ciertos monopolizadores del paìs, desearìa que, por parte de V. y de nuestros amigos, se les otorgue todo género de protección, en la seguridad de que esos señores y los elementos de que dependen, con los cuales estamos en perfecta inteligencia, están dispuestos a prestarnos recìproco servicio.

El nombre del Sr. Lallave no es desconocido en ese paìs; es un ilustre escritor, cuya obra han leìdo y devorado Laktaw y demás amigos.



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Está en un error el compañero Rianzares al juzgar con criterio tan pesimista la circular del Ministerio de Ultramar, sobre politica filipina. Su redacción es habilidosa en sumo grado, y hay que estudiarla detenidamente no solo en su letra, sino también en su espìritu, en su alcance y en el desarrollo que irá ofreciendo en la práctica.

Reitérole mis ruegos en favor de mis recomendados,y estimarìa hiciese igual recomendación a todos sus amigos.

Por este correo próximo escribire a Pedro. Mis recuerdos a todos, especialmente a su familia, y disponga de su amigo que le quiere y le envìa un fuerte abrazo.

MARCELO H. DEL PILAR.

57. A Deodato Arellano

El libro de Pláridel bien acogido.— Elogios de Morayta.— Banquete en el “Contenental”.—Protesta contra las calumnias de filibusterismo.— Fusión de pueblo filipino llamado a grandes destinos.— “Ya prsenta al mundo grandes artistas, oradores y concienzudos pensadores.”— En la prensa la voz de los patriotas es acogida.— Se ofrecen diferentes partidos a recabar las reformas pedidas por el paìs. La copa de amarguras

Mayo 2— 1889.


KA DATO: Lágrimas de gratitude arrancan de mis ojos vuestros finos recuerdos: ¡gracias, un millón de gracias! Házme el favor de hacer presente a todos mi agradecimiento; no acierto a expresarlo.

Como te anuncié en mi carta del 17 del mes p.pdo., vino Morayta y le fuì presentado. Dijo que ya conocìa mi nombre, y que tenìa entendido que me irìa a Madrid. Le regale un ejemplar de la Sob. ¹ y al dìa siguiente me dijo que lo habìa leìdo, y le pareció bien, tributando asì un elogio frìo y de ordenanza: mas dos dìas después, me

¹ La Soberania Monacal.— (Ed.)




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volvió a hablar de la obra pero ya con entusiasmo, diciendo que la ha releìdo con más detenemiento y la encuentra más interesante de lo que creyó a primera vista: dice que en España, aún entre los pensadores, es grande y grandìsimo el desconocimiento de la administración filipina, y que la obra viene a llenar un gran vacìo en el studio de las cosas de ese paìs. Elogió la forma reposada con que está escrita, y elogios de un sabio como el anciano Morayta compensan con usura mis vigilias y mis amarguras.

El 25 de Abril le dimos banquete en el restaurant “Continentel:, y he aquì el orden de asiento: en el centro presidencial, Morayta, a su izquierda, sucesivamente: el director de La Llumanera, redactor en jefe de La Publicidad, y Jomapa (a) José Panganiban; a la derecha de Morayta, también sucesivamente: Pilar, Naning, Agustin Blanco; en el centro opuesto, Galicano Apacible, president de La Solidaridad, asociación, a su derecha, Dámaso Ponce y Santiago Icasiano; a su izquierda, Graciano López ¹ y Pablo Rianzares.

En la conversación y en los brindis, que no resultaron patibularios como los de otros banquetes celebrados aquì antes de mi llegada, en estos brindis, repito, predominó la protesta más digna y tranquila contra las calumnias de filibusterismo que se vienen repitiendo contra los filipinos, demostrando todos que los filipinos tenemos mayor interés que los peninsulares por el robustecimiento de la integridad española en Filipinas; que nuestra aspiración se reduce a consolidar la fusion de sentimientos e intereses entre la Metrópoli y la colonia, deplorando que vaya triunfando en la opinion el obstruccionismo contra esta aspiración.

Brindaron en este sentido Galicano, Dámaso, Jomapa, Pilar y Graciano; los peninsulares representantes de la prensa recogieron con entusiasmo las protestas de adhesion de los filipinos.

¹ Graciano López Jaena




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Morayta reasumió los brindis, sin levantarse de su asiento, diciendo que no se levantaba a pronunciar un discurso sino a dirigir una plática. Dirigió muy bien, en tono y sentido paternal. En correctìsimas frases, aplaudió la actitud noble y digna del pueblo filipino; dijo que hace mucho lo viene estudiando y observa en él todos los sintomas del pueblo llamado a grandes destinos; en tan poco tiempo—dice—que empieza a nacer para el progreso, ya presenta al mundo grandes artistas, oradores y concienzudoz pensadores. Reconoció la incompatibilidad del fraile con el progreso de Filipinas, y este progreso se impone. De modo que se impone la caducidad del fraile también. Dijo que él no aconsejaria el procedimiento violent para la expulsion de los frailes de Filipinas, pero los acontecimientos lo precipitan cada dìa con más fuerza; y asì, nuestro deber es denunciarlo con insistencia al gobierno y a la opinión pública, y de esta manera, en el dìa de mañana, si ocurre en Filipinas lo del año 35 de España, la opinión no se engañe, al juzgar sobre la verdadera causa de los conflictos.

Se acordó apoyar al Ministro de Ultramar Sr. Becerra en el desarrollo de reformas liberals; y en su virtud se firmó el escrito que public La Solidaridad y se acompaña.

Estando escribiendo ésta, llegó el Reyna Mercedes, trayendo correspondencia tuya, de Chanay y de los chicos. Entre ella y los recortes de La Voz de España, encontré bajo sobre en blanco y cerrada, una carta que, abierta, result ser una de Chanay que te dirige con un billete del Banco Español-Filipino: carta y billete de $10 te devuelvo.

Me han preocupado más y más las penalidades que atraviesa mi pobre familia con esta ausencia mìa: ¡enferma anita, no sé en qué estado se hallará! ¡Ay, qué dolor, querido hermano! Veo también en esa cart alas diffucultades que te cuesta mi permanencia en ésta, y veo, por ultimo, que voy siendo gravoso a los de Malolos y tienen razón. ¿Por qué se sacrificarán por mì?



110 EPISTOLARIO DE MARCELO H. DEL PILAR

Por tal motivo, os suplico que sobre mis pocos tarantines levantéis un empréstito, y mandármelo para yo regresar allì; y sea cual fuere la suerte que allì me espera, estoy decidido a arrostrarla. Lo único que deploraria es dejar a medias esto, cuando pensábamos haber hacho ya algunas conquistas.

No puede más. No sé si con esta dolorosa impression podré escribir todavìa a Pedro. Si no, que me dispense.

MARCELO H. DEL PILAR.

P.D.— He terminado mi carta bajo el dominio de la más dolorosa impression; y vuelvo a tomar la pluma a la una de la noche, para tranquilizaros sobrs mis fondos actuales: yo calculo que tengo lo suficiente para pasar este mes, el de Junio y el de Julio. Para mì, procure la mayor economìa, pero para sostener relaciones, es necesario cierto desprendimiento; y ante la necesidad de acortarlo ya podéis figuraros lo estrecho que tiene que ser el cìrculo de mis relaciones: con todo, se hace lo que se puede, y ya empezábamos a producer efecto en la opinión pública. No solo en la prensa, también en los cìrculos cientificos, politicos y no politicos, nuestra voz al hablar de Filipinas, ha sido escuchada y acogida aquì con religioso entusiasmo ante numeroso auditorio de ancianos encanecidos en polìtica; y ha merecido entusiastas adhesions, todo lo cual me hacìa prever algún resultado; pero si mi permanencia os ha de causar mucha extorsión y mucho más a los malolenses, no tengo más remedio que doblar la frente ante la fuerza de las circunstancias. Por tanto, como aquì no se puede ganr la vida, volveré allì a ganarla, y cuando tenga suficiente dinero sera cuando ya vuelva a trabajar por mi paìs, si es que aún tengo vida y salud.

Acompaño la reseña del banquete a Morayta, y en ella veréis nuestro comportamiento en ésta.

El escrito al Ministerio ha merecido la aquiescencia, lo han leìdo y en su vista, muchos lo han firmado; pero esas firmas no son las de Doroteo José, no.




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Aún cuando no se consiga la pretension, al menos consta de un modo positive, auténtico y de notoria publicidad que la aspiración filipina no es anti-española, siendo desde luego calumniosa toda apreciación en contrario. No lo resolverá eso el gobierno actual; pero es el caso, que con ese motive se nosh an hecho ya ofrecimientos de diferentes partidos polìticos de consignar en su programa esa aspiración oficialmente definida.

Y no podemos decider nada, poque no queremos dar un fiasco patentizando nuestra impotencia en el dìa de sacrificios pecuniarios.

Aún no he recibido la carta que trae Alejandrino, que llegó este dìa: decìrselo a Pedro, por si no puedo escribirle. Adiós, procurare conciliar el sueño un rato, que tengo la cabeza hecha un bombo.

MARCELO.

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58. A Pedro Icasiano

Ba Basiong, desengañado por la circular de Becerra.— Apoyo a los elementos religiosos y respeto a otras creencias.— “Hago lo que buenamente puedo hacer, y sera de mi lo que Dios quiera”.—Misión importante de Manrique Lallave.—La tolerancia, gran paso contra el poder monacal.—Que se prohiba la deportación

Barcelona, a 3 Mayo, 1889.


Sr. Dn. P. IKAZAMA.

QUERIDO AMIGO: Alejandrino llegó ayer, bueno y salvo: tus cartas las tiene él en su maleta, y como la maleta no está aún en su poder, aún no he recibido tu carta. Pero tu otra carta que venìa con la de Basilio, he recibido con oportunidad: el presupuesto de un diario ya lo estudiaré en Madrid. Respecto a vuestra pregunta sobre mi pensamiento durante mi permanencia aquì, yo creìa que lo sabìas, antes de que yo abandonara esas playas. Si ahora hemos de empezar, ya véis en qué desventajosa situación me encuentro para formular compromisos. Yo no pienso en




112 EPISTOLARIO DE MARCELO H. DEL PILAR


nada; hago lo que buenamente puedo hacer, y sera de mì lo que Dios quiera.

El conocimiento del sinkapan se el duplicado ya certificado a Otad. Al consignatario d Singapur, remitimos el otro ejemplar, pero no sé si llegará a su poder, pues no tiene señas: no nos la habéis dado. En aquella plaza hay numerosas compañìas, no es como allì en que siendo casa de comercio, es ya conocida.

Ba* Basiong me escribe aconsejando la desesperación con vista de la circular Becerra sobre polìtica filipina, en la que se recomienda el apoyo a los elementos religiosos y se indica la justicia de respetar otras crrencias.

Para mì, es habilidosa la redacción de esa circular y lijos de favorecer, es la más grave amenaza al poder teocrático que cabe hacerse dentro de la legalidad vigente. La cuestión es que sepamos desarrollarla. Becerra no puede descender a detalles.

A la sombra de esa circular, ahì va en persona, en cuerpo y alma, tu Manriue Lallave, hecho un pastor protestante. No le podrá perseguir el gobierno porque está amparado por la circular. Si consigue formar prosélitos, ya se presentará al gobierno una exposición con 300,000 firmas en demanda de mayor tolerancia y hasta de libertad de cultos: esto ultimo es de remota consecución, pero la tolerancia es ya un gran paso contra el poder monacal. Lo que es su expulsión, ya sabes que no la podemos esperar del gobierno; tenemos que hacerla nosotros.

Recomendé a Lallave a Teo; y soy de parecer que se le puede ayudar de un modo muy disimulado, porque no hay que olvidar que el código de Filipinas castiga toda propaganda religiosa que no sea la católica. Se puede obrar evitando solo todo acto que pudiera calificarse de propaganda active y pública. En fin, dejo al criterio de Vds. la manera de utilizar allì esa vìa.


*Tio; sinónimo de Mang.—(Ed.)



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Acompaño la reseña del banquete que dimos últimamente a Morayta. La exposición a que se refiere redactada por mì, está publicada en La Solidaridad, de 30 de Abril. Figura en último término lo de la deportación: vamos a ver sip or ser lo más insignificante, siquiera eso nos lo concedan. De todos modos, por el mero hecho de estar formuladas en ense sentido nuestras aspiraciones, creo que toda apreciación de filibusterismo tiene que desacreditarse.

Dìle a Ramos que proteja también a Lallave.

Habéis de tener pacencia por la duración de los limbags, pues es tardón nuestro operrion, pero es barato y trabaja bien.

Creo que ya no tengo tiempo de contestar a Basilio, pero puedes darle razón de mi pensamiento, ya que demuestra ese interés por mì, que yo le agradezco en el alma.

Adiós. Os abraza afectuosamente,

CARMELO.

P.D. — Nunca, nunca me pongáis seudónimo en el sobre de las cartas certificadas, porque no es posible identificar la personalidad en caso necesario.

VALE.

___________

59. A Rizal

Cartas y recortes de La Voz de España.— “Ni la asimilación politico-administrativa, ni la unificación de idioma pueden constituir lazo de union entre España y Filipinas”.— Sólo puede prestart este servicio la religion.—Artìculo de Jaena: “Cómo se ofende a la patria”

Barcelona, 6 Mayo1889.

QUERIDO AMIGO:

Tengo el gusto de remitirle una letra a/o, expedida por Dn. Mariano Alejandrino, vecino de Arayat, Pampanga, a quien puede V. dar aviso de su recepción, bien directamente, bien por conducto de Serrano.

45922——8




114 EPISTOLARIO DE MARCELO H. DEL PILAR

Remìtole igualmente las adjuntas cartas, para que tenga conocimiento de las noticias que nos suministran, por si quiere utilizarlas; van también recortes de La Voz de España, periodic frailuno de Manila, por si quire contestarle.

Aquì queda para Graciano otro recorte con tìtulo “Cómo se ofende a la patris”, donde se sostiene que ni la asimilación politico-administrativa, ni la unificación de idioma pueden constitiur lazo de unión entre España y Filipinas; que sólo puede prestart este servicio la religión; y todo ataque a los elementos religiosos es ataque a la patria. Graciano refutará estos dislates en otro artìculo que dice titular: “Cómo se engaña a la patria”.

Referente al proceso sobre Tentativa de rebellion, puede Ud. escribir un artìculo bajo el punto de vista del periódico filipino.

Reciba V. mis plácemes por el regreso al hogar de su cuñado Maneng.

Desearìa se me devuelvan las cartas, después de haber tomado nota de ellas.

Se repite de V. affmo. amigo.

M. H. DEL PILAR.

____________

60. A S. Jugo Vidal

Felicitación por La Vanguardia Filipina.— En la primera fila de los que luchan por el bienestar del paìs.—Suscriptores.—Sus columnas al servicio del Ideal

Barcelona, 7 de Mayo 1889.


Sor. Dn. S. JUGO VIDAL

Madrid.

DISTINGUIDO Y APRECIABLE PAISANO: Empiezo por pedirle mil perdones por la tardanza de mi contestación, debida



DEL PILAR EN BARCELONA 115

a las muchìsimas ocupaciones bien perentorias que he tenido en estos dìas.

Felicito a V. y sus compañeros de redacción por lo bien escrita que está La Vanguardia Filipina: ¡bien merecido tiene el puesto que desde el primer número ha conquistador en la vanguardia de las generosas filas que luchan por el bien de nuestro infortunado paìs! ¡Adelante y no desmayarse, que el porvenir es nuestro! El camino está sembrado de dificultades, pero la fe y la constancia todo lo vencen.

He aquì los suscriptores de La Vanguardia:

D. Fernando Canon—S. Gervasio— Alfonso XII 79

D. Santiago Icasiano— Aviño 12-3o.

D. José Ma. Pañganiban—Pla. de Enseñanza 1-3o.

D. Galicano Apacible—

D. Dámaso Ponce— Rambla de las Canaletas 2-3o.

D. Mariano Ponce— Rambla Canaletas 2-3o

D. Marcelo H. Del Pilar— Id.

Agradezco el ofrecimiento que se sirve hacerme de las columnas del periódico; trataré de utilizar ese ofrecimiento en servicio del ideal que esa revista sustenta, que es el mismo que perseguimos. En la imposibilidad de poder enviarle por ahora mis trabajos, remìtole dos ejemplares de La Soberanìa Monacal por si le pudieran ser de alguna utilidad.

Ruego a V. salude en mi nombre a la Direcció y Redacción del periódico, aunque no tengo la honra de conocer aún su personal, y entretanto disponga de su affmo. paisamo amigo y s. s. q. b. l. m.

MARCELO H. DEL PILAR.

P.D. — Estoy tomando nota de los filipinos que residen en ésta, a quienes puede V. ofrecer la suscripción.

VALE.








116 EPISTOLARIO DE MARCELO H. DEL PILAR

61. De S. Jugo Vidal

Números del periódico La Vanguardia para suscritores de Pláridel.—La colaboración de éste a la revista, solicitada

Mayo 11, 89.

Sr. D. MARCELO H. DEL PILAR

Mr QUERIDO Y DISTINGUIDO PAISANO: Por el correo de hoy remito un paquete de 25 ejemplares de La Vanguardia, esperando sugestiones suyas tendentes a subsanar cualquier descuido u omisión involuntaria de esta Admón.

También le ruego nos remita algún escrito para favorecer las columnas de nuestro samanario.

Mis saludos a toda la Colonia y puede V. mandar a su aff.° amigo y s. s. q. s. m. b.

S. JUGO VIDAL.

___________

62. A Fernando Blumentritt

Por la Patria y los queridos seres.— Aberración de los frailes y politica de terror.—Prisión de Basa por un contrabando en su casa.— Requisas nocturnas.— Ostentación de fuerza por el juez Martìnez Nubla.— Centeno, filipinista, felicita a La Solidaridad por la colaboración de Blumentritt

Barcelona, 14 Mayo, 1889.

Sr. Dn. FERNANDO BLUMENTRITT,

Austria.

QUERIDÍSIMO AMIGO: Como padre de familia, vivo en continua melancoliì al pensar en mi paìs, donde he dejado suspirando por mi regreso, a la pobre madre de mis dos niñas, de las cuales la menor no ha cumplido aún la edad de dos años. No se extrañe V., pues, de mi silencio, cuya irregularidad soy el primero en reconocer y espero me la sabrá disimular. Afortunadamente, su tarjeta postal me saca de mi alelamiento, y encuentro plácida reacción al tomar la pluma para departir con un amigo que, amante de su Loleng, sabrá comprender mi situación.

Las noticias que tengo de Filipinas me demuestran la aberración de los frailes, única cosa en que son muy consecuentes, pues la polìtica del terror, lejos de verse modificada, se va acentuando cada vez más.



DEL PILAR EN BARCELONA 117

A D. Matìas Basa, vecino de Manila, estando en su casa enfermo de calenture, se le presentó un sujeto llevándole un paquete que manifesto procedìa de Hongkong, remesa de Dn. José Basa, hermano de Matìas.

El enfermo sin levantarse de la cama, y sin abrir ni tocar el paquete, dijo al portador que lo dejase encima de su mesa, como asì lo hizo.

Entonces, a los cinco minutes escasos, con jadeante ansiedad, se presenta en casa del enfermo el Juez del distrito D. Elìas Martìnez Nubla, y derecho, derechito a la mesa del paquete, lo atrapa, lo abre, resultando contener impresos antifrailunos, sobre cuya base se empezó desde luego a instruir proceso criminal por . . . ¡asómbrese V. amigo! Por tentative de rebelión.

Se pobló de fuerza armada la casa de Matìas Basa, se le sometió a una escrupulosa requisa, y lleváronle preso e incommunicado a Basa, como también a un tal Abella (español peninsular) y a un piloto del vapor Nanchang.

Los impresos son del tenor de los que han circulado por Manila clandestinamente, de los que acompaño los adjuntos ejemplares.

En la madrugada del 29 de Marzo, en lugares distintos y bien distantes, escogiendo precisamente las horas de entre tres y cuatro de ella, se procedió a requisar simultáneamente por fuerza armada varias y numerosas casas de sacerdotes, abogados, comerciantes, profesores, porpietarios, etc. etc.

D. Elìas Martìnez Nubla es peninsular, fué mi condiscìpulo, ha sido sargento 2.° de caballerìa, se casó con una mestiza, terminó la carrera de abogado, se llamó desde entonces Martìnez de Nubla, y hoy tiene un hijo que es collegial de beca (gratis) en el colegio de Sto. Tomás dirigido por Padres dominicos. Con estos antecedentes encontrará V. explicado todo lo que ha hecho, incluso el gesto military de hacer aparatosas astentaciones de fuerza armada.




118 EPISTOLARIO DE MARCELO H. DEL PILAR

El caso, por más que se quiera hilar muy Delgado, solo puede calificarse como uno de esos delitos de impression clandestine; pero no se ha querido dar esta calificación, porque port al delito, no cabrìa acordar la detención y la prisión preventiva del acusado. Calificado de tentativa de rebelión, el delito aparece grave y procede legalmente la prisión preventiva y, ¡claro! con eternizar el sumario, se eterniza la prisión; y por más que no haya méritos para una sentencia condenatoria, basta tener pereza y negligencia para que el reo cuente sus dìas y sus años dentro de un calabozo. Y ningún remedio legal tenemos para contrarrestar este mal.

Apareció en Madrid un Nuevo periódico seminal que se titular La Vanguardia Filipina. Soy su correponsal en ésta.

Nos ha honrado con su visita el Sr. Centeno y nos felicita por los trabajos de V. Dice que La Solidaridad es leìda en el Ministerio de Ultramar.

Sin más por ahora: salude en mi nombre a su digna esposa (c. p. b.) y a Loleng que cuente con dos amigas en mi Sofìa y Anita. Se repite de V. affmo. amigo y s. s. q. b. l. m.

MARCELO H. DEL PILAR.

___________

63. A Basilio Teodoro

La prudencia es admirable.—“Mi tranquilidad personal . . . la busco, poniendo mares entre mi familia y yo.” —Consejos de Morayta para el éxito de un diario. —Bastante una revista decenal o seminal. — La Soberanìa Monacal, interesante. —Otro folleto sobre el filibusterismo, su influencia moral en los filipinos y el españolismo del fraile. —Alejandrino enseña patriotism a sus comprovincianos. —El colmoo de la degradación humana: las piruetas lúbricas de una danzarina española

Barcelona, 15 Mayo, 1889.

Sr. D. BASILIO TEODORO.

QUERIDO AMIGO: Es en mi poder tu carta sin fecha, en la que echabas de menos la explicación de los propósitos



DEL PILAR EN BARCELONA 119

que me traen a ésta, reservándote el hablarme de tu opinión para cuando te dé esa explicación. Ya sabes que nada hay tan simpatico para mì como un hombre reservado y te felicito port us prudentes reservas. En cuanto a mis propósitos, creo excusado explicártelos; en tu contestación a mi despedida, ya los dabas por sabidos; y eran los de buscar mi tranquilidad personal, como en efecto la busco, poniendo mares entre mi familia y yo.

Cumpliré tu encargo de nos ser laconic; pero te suplico me dispenses el que no haga nueva profesión de fe, tanto porque no me considero con fuerzas para formular compromisos, cuanto porque no quiero que nadie encuentre en mis palabras una convocatoria a la gratitude o ala generosidad.

Hemos pedido a Madrid un presupuesto de gasto mensual de un periodic diario, y cuando venga te lo remitiré. A propósito de esto, consulté con Dn. Miguel Morayta, que es persona muy entendida en la material, como que es co-propietario de La Publicidad, y no sé si lo es también del Globo, además de que ha derrochado gran fortuna para semejantes empresas, y me ha hecho las siquientes reflexiones: que para un periodic diario se necesitan grandes capitals en millones de reales: que para tener vida propia un diario, necesita algunos años de sacrificios pecuniarios en costosa redacción y corresponsalìas costosas: que si en Filipinas hay fortuna para tales dispendios, no hay entusiasmo suficiente para sobrellevar tanto sacrificio: que con este motive no sera posible que dure el diario, y el fracas desacreditará nuestra seriedad y, consiguientemente, nuestras aspiraciones; que, a su juicio, no debemos pensar en diario, bastando solo una revista decenal, seminal o, a lo más, bisemanal.

Te acompaño le reseña del banquete que dimos a Morayta, asì como el recorte de la exposición que elevamos al Ministerio de Ultramar; va en 3.er lugar la petición que por ahora es la más importante. Ya hare hincapié en





120 EPISTOLARIO DE MARCELO H. DEL PILAR

esa petición, utilizando además de la prensa, otros medios que estén a mi alcance, sintiendo no poder comunicarte mi plan en una carta.

El folleto anda por buenas manos. Mandé a Quiroga diez ejemplares; a Centeno que vino a visitarnos le dì cinco. Morayta, al dìa siguente de haberle entregado un ejemplar, me dirigió un elogio frìo y de ordenanza a la obra; pero, dos dìas después, me buscó y me dijo que ha vuelto a leer la obra y ha encontrado muchìsima novedad para él tan desconocida, como lo es aún para muchos hombres estudiosos de España.Envié también a los Minisitros, al presidente del Congreso, Labra y otros hombres públicos, y ahì van algunos B. L. M. que no envoi todos por no consumer mucho sello.

Estoy terminando otro folleto en el que trato el filibusterismo filipino, el españolismo del fraile, su concurrencia a la civilización de Filipinas, su influencia moral en los filipinos y las reflexiones que todo esto ofrece, las dare luego a la prensa.

Centeno nos dice que es leìda y atendida La Solidaridad en el Ministerio, y por este motive, nos recomendó con insistencia la mayor mesura en nuestros escritos, que ella es la que más cautiva la atención de los más sensatos en el mundo politico.

José Alejandrino llegó bueno y salvo, dirigiéndose luego a Madrid. Es un chico que promete, es serio y de pesquis, dotado de un espìritu observador y delicado discernimiento, habiendo conquistador simpatìas en los pocos dìas que estuvo en ésta. A sus comprovincianos retrogrades que tenemos aquì, les ha dado severas lecciones de patriotism que a los pobres les sacaba el color a la cara, por la poca edad y por ser el más modern quien les hacìa juiciosas y muy comedidas observaciones. Una noche presenciaba conmigo un espectáculo teatral, en que una danzarina hacìa piruetas indecentes que todo el mundo aplaudiá ruidosamente; pues Alejandrino aparta




DEL PILAR EN BARCELONA 121

la vista del scenario y me dice indignado: “¡pues este es el colmo ya de la degradación humana!” “Este es el sexo a que pertenecen nuestras madres; y ¿esta gente tiene suficiente valor para aplaudir tal rebajamiento? Y mire V. ése que está delante de nosotros, ¡un padre de familia con su mujer e hija vestida de corto, presenciando tanta indecencia!”

Yo contemplaba con gusto aquella indiganación de este chico, pensando cuánto vale una sólida educación. Felicito a sus padres.

Sin más por hoy: recibe el abrazo de tu affmo. amigo que te desea mucha fortuna.

MARCELO.

P.D.—Te suplico que si no te causa extorsión, tengas la bondad de interesarte por que se cobren algunos honorarios mìos en la Pampanga, y enviarlos a mi familia, cuya suerte me tiene preocupado y sumergido en constant melancolìa.

VALE.

___________

64. A José M. Basa

Las calamidades, trámites esenciales del gran proceso social para el progreso del paìs.— Destirros y otros fenómenos dolorosos “son la tempestad llamada a sanificar nuestra bien cargada atmósfera.”—Instrumentos las vìas legales conseguir la libertad de los presos

Barcelona, a 16 Mayo, 1889.

Sor. Dn. J M. BASA,

Hongkong.

QUERIDO AMIGO: Es en mi poder su grata de diez de Abril, y last rites noticias que me comunica sobre la prisión de su hermano y de su compadre confirmando las que sobre el particular recibimos de Manila, han causado en nosotros la pena del que deseando la felicidad de su paìs, lo encuentra sumido en la mayor desdicha.




122 EPISTOLARIO DE MARCELO H. DEL PILAR


Hay que convener, sin embargo, en que estas calamidades constituyen los trámites esenciales del gran proceso social en que se ventilan encontrados intereses: el interés del progreso y el interés de la remora; el interés de la libertad y el interés de la tiranìa.

Las calamidades que no sólo su hermano, sino también V., yo y otros venimos sufriendo; el destierro que aunque voluntario, no deja de ser forzoso y pesa sobre V., sobre Regidor, sobre Rizal, con mayor pena que la que puede causar una prisión preventiva dentro de nuestro paìs; todos estos males son fenómenos que producen dolorosas impresiones, pero yo tengo para mì que son la tempestad llamada a sanificar nuestra bien cargada atmósfera.

Bendigamos, pues, a la Providencia; mostrémonos dignos instrumentos de sus inescrutables designios.

En mi carta de 19 de Abril, le dì cuenta de los pasos que hemos dado con motive de las nuevas prisiones. En nuestro telegrama notará V. que preguntábamos si la prisión era judicial; y esta pregunta no ha sido contestada, limitando su contestación a la pregunta “detalles”, lo cual motive el qu anduviésemos a oscuras en nuestros pasos.

Hoy, que ya sabemos que la prisión es judicial y bajo la calificación de un delito grave, como lo es la tentativa de rebelión, debo decircle, con franqueza, que sin echar abajo tal calificativo, la libertad no se podrá acordar sino por un auto de sobreseimiento, o por sentencia absolutoria.

De modo que por las vìas legales no es posible conseguir en España la libertad de los presos; las formas judiciales no permiten que la autoridad superior pueda inmiscuirse en los actos del inferior: solo puede hacerlo, cuando el asunto se eleva en grado, por virtud de los recursos establecidos por la ley.

¿Por influencias? . . . Yo no sé podremos contrarrestar


DEL PILAR EN BARCELONA 123

Sin embargo, practicamos lo que de nosotros depende; hacemos propaganda de la inexactitude legal del calificativo “tentativa de rebelión;” hacemos ver, sin decir, que la inexactitude del calificativo obedece al plan de hacer prolonger prisiones y excitamos al Tribunal Supremo inprima actividad en el proceso exigiendo parte de adelantos, que es la única manera cómo el Suprmo pueda activar.

En cuanto a la exposición en solìcitud de representación, ya la hemos hecho; y verá Vd. en el Núm. 6 de La Solidaridad, la copia del escrito que redacté de acuerdo con Morayta y demás paisanos. No estará mal el que sea secundada esa actitud. Llame V. la atención de Hongkong Telegraph también, por si quiere hacer un comentario, que luego lo publicaremos aquì.

Ponce me da la grata noticia de que V. se dejará ver por aquì; pues sea V. bienvenido. ¡Cuántos deseos tengo de poder abrazarle!

Salude en mi nombre a Dn. Andoy (c. m. b.), mmorias a Emilio Laurel, Beteng, Panis, Almeyda y otros amigos, especialmente a Dn. Balbino y su familia.

Suyo affmo. y s. s. q. b. l. m.

MARCELO H.DEL PILAR.

_____________

65. A Pedro Icasiano

Cartas de Manila remitidas a Mamâ en Parìs.— El reglamento enviado por D. Andrés.— ¿Convendrìa hacer en Manila una adhesion a la petición al Ministro?— Según Centeno, La Sol está atrayendo la atención del Gobierno.—Se piensa quitar a los curas la inspección de las escuales.— ¿El maestro Cañellas irá al infierno, solo por no ser romanista?— No caricaturizar a Capitán Pedro.— No es digno de pasar a la posteridad

Mayo 16-89-Bar.

Sr. Dn. P. IKAZAMA

QUERIDO AMIGO: Recibì de Alejandrino tu carta y efectos; recibì también las cartas posteriors por las mensajerìas:


124. ESPITOLARIO DE MARCELO H. DEL PILAR

todas las mandé a Mamâ que está en París con encargo de

devolvémelas; utilicé en La Solidaridad todos tus datos

utilizables.

Fué cosa mía el que a ti te remitiese Dn. Andrés1 el

reglamento: no te dije nada para que obre, como por

nuesto silencio, estás obrando. Convience, sin embargo,

alentar; no pierdo de vista ese asunto; ya lo trataremos

más despacio, que tengo mis planes.

En el número 6 de La Solidaridad va insert nuesto

Escrito politico al Ministrio de Ultramar. Ponéos de

acuerdo si convience hacer allií una adhesion.

Centeno vino en persona a visitarnos en esta cas:

nos felicitó por la campaña de La Solidaridad; nos ase-

guró que está captando la atención del Ministerio de

Ultamar, y que en su consecuencia él y Quiroga habian

sido llamados por Beccera a conferenciar varias veces.

Que se piensa quitar a los curas la inspección local de las

escuelas, estableciendo, en su lugar, inspeccioness por dis-

tritos, siendo condición necesaria para este cargo el título

de maestro superior.

Naning os remite algunos ejemplares del folleto de Ca-

ñellas, ved si os gusta y haremos un pedido. Este autor

está ahora casado en Mataró, donde le visité; allí tiene

una escuela laica, es un modelo de esposos y de virtud:

sólo que es protestante.

Viendo su afán por la enseñanza, su vida austere y

arreglada, su fe en Jesucristo, me he preguntado varias

veces: ¿sera possible que este hombre sea condenado

al infierno sólo por no ser romanista?

no ha sido romanista. Yo no soy teólogo, soy profane;

pero si yo fuese Dios, no me consideraría con fuerzas para

condenar a este hombre, aunque protestasen de mi omni-

potencia los frailes.


1 Es el héroe D. Andrés Bonifacio.—(Ed)











125. DEL PILAR EN BARCELONA

¿Qué queries hacer con la copia del folleto? ¿Queréis

reimprimirlo? Se necesita permiso del autor, y allí lo

tendréis en persona: hablad con él.

No estoy conforme con caricaturizar a Cap.n Pedro,1

no es digno de ese honor siquiera; in por sus maldades es

digno de pasar a la posteridad. Ya que no es bueno,

ni siquiera es malo para merecer nuestra atención. Com-

padezcámosle, es todo lo quese merece. Sobre todo, no

convience que cerremos las puertas de nuestra amistad a

sus parientes ydeudos, sin duda más dignos que él,

pero que no podrán dejar de hacerse solidarios del ri-

diculo de su pariente, estableciendo así una valla entre

ellos y nosotros. Que siga Cap.n Pedro como sigue, no

intentemos reformarle, ya es viejo y muy poco tiempo

le queda de vida. Al fin y al cabo, ya no influye en nuesto

pueblo, y no es temible ya su ejemplo.

Sandico que se ejercitó a iscribir, aproveche la oca-

sión en que disponemos de un periodic. Acosa llegará

el día en que sea necesario que venga él a sustituirnos

aquí. Noconvience ya dejar vacante este puesto. Que

escriba sobre materias pedagógicas.

Entérate de la adjunta y mándala a su destino.

La letra mandé a Mamâ, pero aún no me ha contestado.

Nos extraña que no hayas recibido más que 272 ej. De La

Sol. A Modesto le mandamus 200 y otros 200 a Goyo,

¿quién sera el pillín que se quedó co los 128 ejemplares?

Averigualo, y si es uno de ellos, imponedle la penitencia

De triplicar el número de suscritores que busque.

Martos notiene partido organizado: todo lo que vale

Martos y vale mucho, es de character puramente personal;

es atleta de la palabra y se impone por esto.

Os abraza vuestro affmo. Amigo,

M. DATI.


1 Alusión a D. Pedro Roxas.—(Ed)










126. ESPITOLARIO DE MARCELO H. DEL PILAR

66.A Rizal

La viva imaginación de Trinidad.—“Debemos ponernos acubierto de

la intrigade los enemigos y de la candidez de los amigos.”—¿Antago-

nismo de razan en el rompimiento co el que se había ofre-

cido a editar las obras de Rizal?—Exposición presentada

al Ministerio de Utramaren La Solidaridad

Barcelona, a 18 Mayo1889.


AMIGO LAONG LAAN: Yo no sé qué noticias trae Trinidad,

aunque sé que esa persona es de imaginación un poco viva.

Iyan ay isa roon sa mañga kinakargahan pa lamang ang

berso ay bali na ang daliri sa pagtatakip ng taiñga. [Ĕste

es de aquellos que todavía están cargando el “verso,” ya se

rompen los dedos por taparse los oídos].

Un día que estuvo V. En Lipa o en no recuerdo qué

pueblo por no sé qué fiesta, él estuvo alli: le vió a V. aso-

mado en la ventana de una casa y él pasó de largo contetán-

dose on saludarle con la mano, a pesar de sus deseos de

abrazale. Siguío su marcha a no sé qué punto a bañarse

y siempre procurando ir acompañado de un cabo o sar-

gento europeo de la G. C. en todos sus pasos, y ¿sabe V.

por qué? por preparer un testigo de coartada de que no se

había reunido con V. Pregúntele si esto es verdad; pero es

inútil que diga la procedencia de la noticia porque no me

conoce, aunque sí le conozo yo desde niño. Pero el hecho

es una de las pruebas de su fecunda imagination.

Con todo ya sabe que me tiene a su disposición y permi-

Tame una observación.

En el desenvolvimiento del espectáculo en aquel escena-

rio, ni V. ni yo somos completamente extraños a los traba-

jos de bambalina y por lo mismo debemos recibir con des-

confianza las excitaciones que partan de extrañas proceden-

cias. Creo que debemos ponernos a cubierto de la intriga

de los enemigos y de la candidez de los amigos. Dicho está,

por tanto, que si con arreglo a los datos que V. tenga,

127. DEL PILAR EN BARCELONA

estamos ya en tiempo y condiciones de dejar la pluma,

cuente conmigo.

Deploro el rompimiento que ha tenido con el que se

ofreció a editar su obra. Dios quiera que lo incomprensi-

ble de su comportamiento no provenga de eso que yo no

quisiera ver ni quisiera sospechar aunque se impone: del

antagonism de razas. Me tiene frito lo que me ha con-

tado Graciano de cierto empeño de ese hombre de posponer

en ciertaexpposición el cuadro de nuestro gran Luna al de

un mestizo que apenas si merecía ser aceptado, y todo por

sostener la superioridad de raza. Yo no quiero pensar en

esto, pero . . . . perdonemos tanta necedad.

En La Sol. No. 6 pág.58 habrá V. visto la exposición que

presentamos al Ministro de Ultramar. Yo sé que no son de

inmediata consecusión los tres extremos de nuestra preten-

sión; pero desearía que al menospor el No. 3.0 hagamos

algún esfuerzo por conseguir una R. O. prohibiendo expre-

samente la medida vejatoria que señalamos y que la pro-

hibición se publique en las Gaceta de Manila, ya que la

medida carece de apoyo en las leyes vigentes de España

y Ultramar. Sipuede V. utilizar el apoyo de la Gran

Familia, es occasión: por pertenecer a ella Becerra y afectar

al prestigio y buen nombre de la misma tal vejación, pues

sus individous y sus amigos son los llamados a padecerla

allá. Habremos conseguido mucho si conseguimos eso,

porque aunque el Satsat no sospecha toda la importancia

de esa arma, es la única que tienen. Obtenida esa pro-

hibición, tods depotación gubernativa cae bajo la juris-

dicción del Código penal. Pagnauala na ang sandatang

iyan, makapaninikad. [Desaparecida ya esa arma, se

podrían repartir coces.] . . . .

NOTA: Esta carta no tiene final y por tanto sin firma, pero por su

contexto y el estilo de su lenguaje perece ser una copia manuscrita

de una carta de Marcelo H. del Pilar.—(Curador de Manuscritos.)





















128. ESPITOLARIO DE MARCELO H. DEL PILAR

67. De Rizal

Completo rompimiento con Regidor.—Plan de gastos in Paris para los

filipinos que quieran venir

Paris, 20 de Mayo de 1889.

10 Rue de Louvois.

Mr QUERIDO PLÁRIDEL:

Aunque soy el más joven de nosotros dos, me permitiré,

sin embargo, en vista de nuestra amistad y concordancia

de sentemientos, proponerle nos tuteemos como entre her-

manos, destinados tal vez a participar de una misma suerte.

Le he enviado un manuscrito contetación a La Vos de

España. Vea si puede publicarse; quítele lo que crea se

debe quitar, lo que pueda comprometer. Tengo entera

confianza en su buen juicio y en su lealtad.

He roto por complete con Regidor porque no acaba él

de publicar mi manuscrito y por él nos hemos comprome-

tido . Ahora lo publicaré yo solo.

Hemos leído La Sol.: nos ha gustado mucho. Es lásti-

ma que en vez de “Ls Viajes,” el que escribía sobre la

intrucción en Filipinas no haya publicado la continuación.

,¿Quién es ése? Mis más sinceras felicitaciones y mi

Admiración.

¿Cuádo quieren Vs. Venir aquí los gastos:

Propina

Almuerzo .............................. Fr. 200 20 c.

Comida ..................................” 2.50 25

Entrada en la Exposición ........” 0.75

Casa ........................................” 3.00

——————

8.25 45

——————

Fr. 8.70

——————

Yo me comprometo a ofrecer el desayuno a cinco amigos

durante una semana: chocolate o té y bizchochos; aunque

realmente no es necesario.










129. DEL PILAR EN BARCELONA

Todavía los gastos se pueden reducer si Vs. Vienen el

1.0de Junio y viven en la misma casa que yo y dos en un

kuarto. Pero vengan juntos. La cuestión es cómo se pu-

blicará el periodic.

Dígale al amigo Pañganiban que me place mucho su

Determinación de estudiar el alemán. Le felicito mucho.

Adjunta va una cartita.

Estoy muy ocupado traduciento otra obra d Blumen-

tritt.

Suyo afmo.

—————

68. A Rizal

“La Verdad para todos” y el articulo “¿Filibusteros?” de Blumentritt.—La

Vanguardia teme hacer allusion a los sucesos de Manila.—Circulo Hispano-

Filipino en Madrid.—Artículos sobre la Universisdad de Jomapa.—Don Pedro

Roxas .—¿Puedes intentar algo,—dice Pláridel a Rizal —para inclonarle

a que preste su apoyo a los que trabajan por Filipinas?—Los tra-

bajos de propaganda hasta fines de año

Barcelona, 24 Mayo 1889.


Amigo PEPE:

Hago uso de tu fraternal indicación que, desde luego,

es sumamente grata para mí.

No quepo de gozo al ver lo brillante que sera el pró-

ximo número de La Sol.: los artículos “La Verdad para

todos” y el Bluentritt titulado “¿Filibusteros?” serán la

nota más seia y más contundente del quincenario.

Observo que La Vanguardia Filipina1 tiene miedo a los

asuntos Filipinos: ha publicado ya dos cartas de Manila

que deben ser trabajos de Redacción; y sin embargo de

llevar las fechas de 30 de Marso y 1.0 de Abril, no hacen

la menor allusion a los sucesos del 29 de Marzo, y eso que

lo anuncian El Globo, La Patria y La Solidaridad. Para


1Revista seminal publicada en Madrid por el capiceño Jugo

Vidal. Veáse cartas nos. 60 y 61.—(Ed.)

45922——9









130. ESPITOLARIO DE MARCELO H. DEL PILAR

la actitud de La Vanguardia Filipina, basta y sobra El

Diario de Manila.

Dicen que se piensa crear en Madrid u Cículo Hispano-

Filipino. ¿Sabes algo de esto? ¿No sería esto una mar-

tingala Font? Yo no sé nada de sello, pero bueno es

inquirirlo. Dada la existencia de la Asociación Hispano-

Filipina, con un president tan entusiasta, si no por Fili-

pinas, al menos por intereses afines, no veo la necesidad

de otro círculo , como no sea para personoficar y agigantar

divisions en la colonia de Madrid. Si ese círculo no es

genuinamente Filipino, si es maartingala Font, dificultaría

nuestra compaña con mucha mayor eficacia.

Los artículos sobre la Universidad de Manila , son de

Pañganiban, Jomapa, 1 ex- capista de Sto. Tomás, y nadie

como él puede tartar major el asunto.

Pañganiban vive ahora con Galicon; anda delicado de

salud y nu le gusta la cicina de nuestra patrona.

tinuamos en éstra, sin embargo, los Ponce, Graciano y yo,

porque es la casa que conocen nuestros corresponsales de

Filipina, y además, pensamos trasladar la ranchería a

Madrid durante este año. Nuestro pensamiento es al-

quilar un piso modesto y vivir a la república, ¿que te

parece?

Haz el favor de pedir a Padro artículos científicos para

La Sol.

Parece que llegará allí, de nuestro país, el acaudalado

P. Roxas; tengo entendido que este señor tiene buenos

sentimientos y Buenos deseos por el mejoramiento de

Filipinas; pero que se recate demasiado por no conocer

en quién confiar allá. Los nuestros temen, por otra

parte, orovocar su confianza, por impedírselo su justa

delicadeza. Te ahngo estas indicaciones, a ver si, port u

parte, puedes intentar algo por inclinarlo a que preste

su apoyo a los que trabajan por Filipinas. Yo, por mi

parte , desearía que los trabajos de propaganda se en


1José Ma. Panganiban.—(Ed.)

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